Sustentabilidad, Ecología, resiliencia, vulnerabilidad y adaptación son conceptos que en forma muy sintetizada se relación englobando las necesidades para mantener y cuidar de los recursos del planeta y por ende de sus habitantes. Dichas ideas o conceptos se hacen notar por la falta de recurso de los cuales dependen las actividades humanas, y que llegan a causar preocupación.
En el siglo XVIII Georges-Louis Lecrerc, conde de Buffon amante del estudio de la naturaleza principalmente las plantas, se manifestó siempre en desacuerdo con la dilapidación de los recursos naturales y el dinero, comprendiendo que esta actitud colocaba en riesgo la calidad de vida de los descendientes del pueblo.
La ecología es probablemente el termino origen de todo lo que concierne a la interacción de cualquier ser vivo con el entorno que lo rodea. Dicho termino se atribuye fue acuñado por el filósofo y biólogo alemán Ernst Haeckel a finales de la década de 1860. Ökologie por su etimología griega compuesta de dos vocablos oikos que significa casa y logos que significa el estudio o lógica, lo que en una traducción simplificada podría ser el estudio o lógica de la casa. La ecología se encarga de estudiar la relación de los seres vivos y el medio ambiente habitan. Para tales efectos dos conceptos son básicos los ecosistemas y la homeostasis. El primero ser refiere al espacio o entorno donde los factores abióticos y los factores bióticos comparten el hábitat. Y a pesar de que la naturaleza es entrópica esta tiende a buscar un equilibrio para sustentarse, a este proceso de le conoce como homeostasis, mismo proceso que a lo largo de los siglos ha sido interrumpido por intervención del ser humano.
En la etapa pos guerra en el siglo pasado al conformarse la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apelada desde la conferencia de Bretton Woods en 1944 la agenda política omitió los intereses ambientales. Después en los años sesenta ya varios autores como Maurice Strong e Ignacy Sachs se manifestaron en favor del equilibrio ecológico añadiéndolo a planes de crecimiento y desarrollo y fue entonces que los expertos de la ONU acuñaron el termino ecodesarrollo adoptado en la declaración de Cocoyoc presentada en México en el año de 1974.
A pesar del auge sobre el tema en aquel entonces distintas autoridades se mostraron en desacuerdo con el termino argumentando que podía ser interpretado de forma irregular así que posteriormente se denominó como desarrollo sustentable, el cual obtuvo una mayor aceptación por ser esta más apegada a términos económicos como el desarrollo autosostenido[1].
La creación de secretarias ambientales alrededor del mundo se popularizo posterior a la cumbre de las naciones celebrada en Estocolmo en el año de 1972 como fue el caso de la secretaria del medio ambiente de México hoy conocida como SEMARNAT.
En 1980 con la sustentabilidad en boga se publicó el World Conservation Strategy un documento que trata del aprovechamiento sustentable de los recursos dicho documento dio pie al famoso Informe Bruntland también conocido como “Nuestro Futuro Común”, que oficialmente expreso bajo el comando de la expresidenta de Noruega la Doctora Harlem Brundtland defendió que los desarrollos sustentables van de la mano con el combate a la pobreza y la integración social.
De esta forma el enfoque del informe contempla las necesidades de los pobres con importancia primordial y las limitaciones que tienen sobre los recursos naturales y la transición tecnológica. Así como las capacidades de la biosfera para cargar con la producción y el consumo de los habitantes sin sacrificar los futuros.
El termino resiliencia es definido por la Real Academia de la Lengua Española como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversa. Y en una segunda definición apunta como la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación.[2]
Otros autores como Chamochumbi refieren que los ecosistemas del mundo tienen un estado de salud y conservación que existe en su estado de equilibrio y los niveles diferentes a él ya sean superiores o inferiores tienen un grado de respuesta y de adaptación frente a eventos adversos. Esta condición previa a sucumbir ante efectos irreversibles tiene grado de respuesta que puede ser explicado por su resiliencia. El conocimiento de este grado es primordial cuando se pretende alcanzar o desarrollar un estado sostenible.
El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático define resiliencia de la siguiente forma:
“Resiliencia: la capacidad del sistema social, económico y ambiental para hacer frente a un evento peligroso, tendencia o perturbación, respondiendo o reorganizándose de manera que mantengan su función esencial, identidad y estructura, al tiempo que mantienen la capacidad de adaptación, aprendizaje y transformación”[3]. En otras palabras, correspondiendo a la frase popular “lo que no te destruye te hace más fuerte”.
En su informe sobre los impactos del cambio climático, su adaptación y la vulnerabilidad, el IPCC apunta que la transformación para un desarrollo sostenible está relacionada fundamentalmente con lo que el mundo logra de mitigar cambio climático.
La mitigación reduce las tasas, así como la magnitud del calentamiento, también aumenta el tiempo disponible para la adaptación a un nivel particular de cambio climático potencialmente por varias décadas.
El mismo organismo sostiene que trayectorias resilientes al clima son trayectorias de desarrollo sostenible que combinan adaptación y mitigación para reducir el cambio climático y sus impactos incluyendo procesos iterativos para garantizar que la gestión efectiva del riesgo se pueda implementar y mantener.
La transformación en las decisiones y acciones económicas, sociales, tecnológicas y políticas puede permitir trayectorias resilientes al clima. Gracias al avance en Tecnologias de Información (Ti) y su esparcimiento pueden llevarse a cabo estrategias y acciones que avanzarán sobre trayectorias resilientes al clima para el desarrollo sostenible, al tiempo que ayudan a mejorar los medios de vida, el bienestar social y económico y la gestión ambiental responsable.
A nivel nacional, la transformación se considera más efectiva cuando refleja una visión y enfoques propios del país para lograr un desarrollo sostenible de acuerdo con sus circunstancias y contextos nacionales.
Se considera que las transformaciones de la sostenibilidad se benefician del aprendizaje iterativo, los procesos deliberativos y la innovación[4] .
El siglo XXI presencia la sustitución de la seguridad que sustentaban a la sociedad industrial por incertidumbre heredada de estos mismos procesos. La Dra. Lemos resalta que no son solo los sistemas físico espacial que se encuentran en crisis, sino que nuestros sistemas socio-económicos también padecen vulnerabilidad y expresa que:
“La vulnerabilidad es función de la exposición de los sistemas bajo amenazas ambientales de su sensibilidad y capacidad de adaptación y resiliencia.
[1] (López D. V., 2008)
[2] https://dle.rae.es/resiliencia
[3] (International Panel on Climate Change, 2014)
[4] (International Panel on Climate Change, 2014)